Las fotos que se tomen este verano en las playas de Pinamar se convertirán en registros de un cambio histórico. Porque apenas termine la temporada, decenas de topadoras y no menos de mil operarios demolerán todos los balnearios. Será el inicio de una obra que busca reemplazar los actuales paradores por construcciones de madera -que se ubicarán sobre las actuales playas de estacionamiento-, y que por estos días, con la llegada de miles de turistas, encendió el debate en torno a una iniciativa que cambiará radicalmente el paisaje del frente marítimo.
El proyecto en cuestión, fue aprobado en noviembre por el Concejo Deliberante pinamarense y ahora acaba de conseguir luz verde en la secretaría de Turismo bonaerense, que sobre el filo del año autorizó la demolición de todas las construcciones existentes en el frente costero, según se informó.
Aunque todavía en medio de cuestionamientos de algunos concesionarios que prometen llevar su reclamo a la Justicia, lo cierto es que la iniciativa municipal establece que las obras de demolición tendrán que comenzar el 2 de abril de este año.
Ocho meses después, en diciembre, Pinamar estaría en condiciones de mostrar un nuevo frente marítimo: paradores de madera que se montarán sobre los actuales estacionamientos, una rambla peatonal de cuatro metros de ancho por veinte kilómetros de largo, puestos móviles de servicios gastronómicos, baños públicos y una nueva sectorización de balnearios serán algunas de las modificaciones tras una obra que demandará una inversión cercana a los 20 millones de dólares, según confirmaron al diario fuentes municipales.
Asi será la nueva imagen de la costa pinamarense
PARADA POLEMICA
El proyecto avanza pero los interrogantes que plantea no son pocos. Uno es el estacionamiento sobre la avenida del Mar, tema que desde hace años divide aguas y -al menos por ahora- no encuentra una respuesta para todos los gustos. Concretamente, la iniciativa propone la reubicación de los balnearios para ganar espacio y proteger lo que se conoce como "pie de médano", pero no plantea ninguna alternativa para quienes estacionan en los playones de los paradores.
"El tema está resuelto porque a partir de la temporada que viene habrá menos balnearios y se implementará un nuevo sistema de sectorización", le dijo esta semana a EL DIA el intendente de Pinamar, Rafael De Vito, y así intentó despejar las dudas que plantea la idea de llevar los paradores a las actuales playas de estacionamiento.
Con el nuevo proyecto, la cantidad de balnearios se reducirá de 53 -los que hay actualmente- a 46, y además se intentará descomprimir lo que en Pinamar se conoce como "zona crítica" y que abarca a los balnearios del viejo golf, que desde hace años son algunos de los más concurridos.
EL ESTACIONAMIENTO, UN TEMA CLAVE
Entre propietarios, turistas y comerciantes de Pinamar persisten las dudas en cuanto al impacto real de la medida. Mientras tanto, voces oficialistas y opositoras coinciden en que Libertador, Del Buen Orden y Burriquetas serían las arterias más afectadas por la falta de estacionamiento en la avenida del Mar.
Resuelto o no, lo cierto es que el tema está instalado en las charlas de playa de quienes ya aterrizaron en el balneario, y también tiene un correlato académico, más precisamente el de un trabajo que realizó la Universidad Nacional de La Plata. De acuerdo a ese estudio, en Pinamar apenas un 29 por ciento va a la playa a pie, mientras que un 65 por ciento lo hace en auto y un 6 por ciento a través de otros medios.
Con todo, dónde se reubicarán los miles de autos que cada fin de semana agotan la capacidad de las playas de estacionamiento de los balnearios -además de dos manos de la avenida del Mar- es un tema que preocupa a residentes y turistas propietarios de Pinamar.
Aunque con reserva y concientes de la polémica que podría generar un cambio en la zona residencial de Pinamar, hay concejales que no descartan una eventual modificación de ordenanzas municipales para que terrenos cercanos a la avenida del Mar se puedan "convertir en cocheras privadas".
¿COCHERAS SUBTERRANEAS?
Aunque en menor medida, en Pinamar también suena la idea de encarar en un futuro la construcción de cocheras subterráneas, algo que no pocos califican de "disparate" y que hace años dividió a la comunidad pinamarense en medio de un fuerte debate en el que también se había tratado la posibilidad de asfaltar la avenida del Mar.
"Habrá que resignar espacios de estacionamiento para que prevalezca la recuperación de la playa y su entorno", le había dicho al diario el arquitecto Fabián Cambre, impulsor del proyecto y uno de los vecinos que desde hace años viene alertando sobre el deterioro de las playas por el avance del mar.
RAMBLA
La nueva rambla peatonal que se levantará sobre la línea costera de Pinamar tendrá 20 kilómetros de largo por 4 de ancho. Se construirá en madera y contará con accesos a los sectores de carpas de los 46 paradores que tendrá el balneario a partir de 2011.
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