La draga Mendoza continúa amarrada
y estaría operativa recién en 20 días
El subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Ricardo Luján se reunió anteayer con los directivos del Consorcio Portuario Regional y de cámaras empresarias de la ciudad para analizar los crecientes problemas operativos que se registran en el Puerto local a causa de la acumulación de sedimentos.
Desde el consorcio se anticipó, además, la realización inmediata de una batimetría que permitirá verificar con precisión cuál es el actual cuadro de situación del canal de acceso secundario, pero "se ratificó que los buques que tienen a Mar del Plata como puerto de operaciones no tendrán inconvenientes para ingresar o salir de esta estación en condiciones hidrometeorológicas normales". Con respecto al buque de la empresa Maersk, cuyos representantes se encontraban presentes en la reunión, "su próximo arribo se anunció para el día 4 de julio,
Respecto a los buques Taipei Mare y Letare, sobre los cuales el subsecretario solicitara información por noticias que hablaban de varaduras en la boca del canal durante el pasado domingo, la Prefectura Naval Argentina informó que no existieron tales varaduras, señalaron desde el consorcio. Aún así, ayer el gerente de la empresa Remolcadores Mar del Plata, Sergio Di Nápoli, confirmó públicamente que ambos buques requirieron de sus servicios debido a que quedaron encallados al ingresar al puerto local, precisando que lograron recuperar su navegabilidad gracias a la crecida del mar.
Algo de historia....
El buque carguero griego NARVACHOS abandonó los muelles del puerto de Mar del Plata, a las 23 horas del 20 de octubre de 1964 y comenzó a abandonar lentamente la ciudad. Pero cuando llegó a la desembocadura del puerto rozó con el banco de arena y el casco se partió en dos. El capitán tuvo reflejos rápidos e hizo lo imposible para que la nave no quedara varada ese lugar, lo que hubiera obligado a cerrar el puerto local. Con el casco seriamente averiado la tripulación continuó a bordo y logró que el buque llegara al exterior de la estación marítima local. El buque comenzó a hundirse a unos 500 metros de Playa Grande y a unos 200 metros de la salida del puerto, donde permaneció durante años.
El NARVACHOS varado en Playa Grande
a la salida del puerto local
El Navarchos era un granelero de bandera griega de casco de acero, construido en 1944 en un astillero de Texas, en Estados Unidos. Pesaba unas 8 mil toneladas y medía alrededor de 440 pies de largo. El accidente se produjo mientras llevaba a bordo más de 10 mil toneladas de cereal que había sido cargado en los silos marplatenses. Según los informes de la época, la escasa profundidad del canal de acceso y la presencia de un enorme banco de arena -similar al que existe ahora- fueron las principales causas del incidente. Los 33 tripulantes del Navarchos fueron rescatados de inmediato, pero lo peor vino después.
El barco, partido en dos, no pudo ser removido así que permaneció en ese mismo lugar durante muchísimo tiempo. Si bien el capitán pudo evitar que la nave quedara en medio de las escolleras, no logró alejarlo lo suficiente de la entrada al puerto. Por ese motivo durante bastante tiempo los pescadores tuvieron que tener muchísima cautela cuando maniobraban por la zona. A las lanchas amarillas se les prohibió por completo realizar capturas en ese sector, en una época en la que el pescado solía habitar mucho más cerca de las playas que ahora. Igualmente, la fauna marina ya estaba condenada. A pocos días del accidente comenzó a salir del interior del barco una gran cantidad de combustible que contaminó toda la zona.
El verano de 1965 fue el peor de la historia para los concesionarios de Playa Grande. La arena se tiñó de negro y ningún turista pisó los balnearios. Para colmo, el cereal que llevaba a bordo comenzó a descomponerse provocando un olor insoportable. El Navarchos comenzó a hundirse y a desintegrarse y pasaron varios años hasta que fue retirado, aunque parte de su estructura continúa oculta bajo el mar.
El puerto de Mar del Plata no recibe una tarea de dragado de magnitud desde el año 1998, que fue cuando el gobierno provincial emprendió una obra que permitió remover unos 3 millones de metros cúbicos de arena que mantenían obstruida a la boca de acceso de la estación marítima.
En aquella oportunidad la arena que extrajo la draga holandesa Amazon fue derivada a las playas céntricas, que pudieron recuperar de este modo hasta un 300% de la superficie que había sido perdida por la erosión. Lo cierto fue que desde entonces nunca se volvió a hacer una tarea de semejante envergadura. Apenas se efectuaron tres obras de mantenimiento, que no lograron preservar los logros obtenidos en el '98.
Recién en 2004 llegó a Mar del Plata la primera draga para realizar tareas en el acceso al puerto y el espejo de agua interior, que por aquel entonces, ya exhibían nuevos problemas a causa de la acumulación de sedimentos. La embarcación de orígen ucraniano era la Perekopskiy, que trabajó durante algunos pocos meses en la ciudad para luego, dirigirse a Quequén. No obstante, los inconvenientes fueron creciendo por la persistente deriva de arena arrastrada por las corrientes del sur, que provocan la formación de un compacto banco de sedimentos en la desembocadura del puerto.
En 2006 las dificultades comenzaron a cobrar mayor gravedad, debido a que la arena obstruyó por completo el canal de acceso principal, por lo que a partir de entonces sólo quedó operativo el secundario, que es el que se utiliza en la actualidad.
Fuente: diario La Capital